Entender el sentido del humor vinculado a otras culturas, mentalidades y lenguas y saber expresarse con ironía y sarcasmo es de las cosas más difíciles en el dominio de una lengua extranjera.
¿Se puede traducir el humor de una lengua o cultura a otra?
Es una pregunta interesante a la que intentaré darle una respuesta en este blog.

Dominar el dominio del sentido del humor, en diferentes lenguas es una demostración de un altísimo nivel.
Espero conseguir expresarme así en este blog.
Cada país y cultura tiene su propio sentido de humor. Chistes con connotaciones sexuales – tan típicos en España – en muchas culturas no tienen ni pizca de gracia. Este tipo de chiste es por naturaleza especialmente delicado.
Igual no será nada conveniente tener la ocurrencia de contarle todo el gran abanico disponible de estos chistes precisamente a los futuros suegros el día de conocerse. Contarle a una rubia un chiste sobre rubias o a un belga un chiste sobre belgas también puede estar fuera de lugar. Por este mismo motivo dejamos de lado todo tipo de chistes discriminatorios, sea por origen, religión, sexo u otras condiciones personales. Perdonamos incluso – y sea solo por un instante – ser de Lepe o belga (lo cual es mucho, lo segundo sobre todo para franceses).

¡Ojo esto no es gracioso!
Esto es acoso o utilizando anglicismos: mobbing o bullying !
¡Volvamos al tema!
Podemos constatar que no solo los temas de los que hacemos chistes pueden variar de un país a otro (por ejemplo chistes de connotaciones sexuales) sino también el tipo de humor.
En algunas culturas el sentido de humor resulta más basto, propio de darse golpes en el muslo, en otras es más socarrón o fino, recurre al sarcasmo e ironías donde a menudo se juega con un doble sentido de palabras. Algunos países tienen una rica tradición de sátira política que a veces ni pretende ser graciosa (Alemania), en otros la sátira se basa más en la vida social y tiende a intentar de hacer reírnos de nosotros mismos (España o Estados Unidos). Mientras en España suele ser más socarrón el sentido de humor, en E.E. U.U. tira más hacía la risa fácil y tonta.
Pero bien, si te quedas solo con el análisis de que tipo de humor se trata, seguramente te has perdido la gracia. No hay peor chiste o comentario gracioso que el que haya que explicarlo después. Y no quiero tampoco que este blog se convierta en una disertación científica sobre los diferentes sentidos de humor sin por lo menos intentar ser ocurrente en algún momento. Claro, que podemos investigar a fondo la pregunta de dónde ha salido el chiste sobre los médicos por ejemplo. En este blog me conformo con la respuesta: «De la boca».

Entender los juegos de palabras es lo que me sigue resultando difícil cuando veo programas de humor en la tele.
Encima suelen hablar muy rápido en estos programas y en círculos de tertulia nunca sabes quién reacciona a que comentario y de qué forma.
Más a menudo estoy todavía procesando los juegos de palabras. Si te retrasas un instante, normalmente te has perdido la gracia.
Resulta a veces aterrador cuando los demás se ríen a carcajadas y tu no sabes ni por qué. Te invade una sensación de ser un/a extraterrestre.
Para este tipo de situaciones los programas televisivos americanos tienen la salvación. Han inventado la carcajada grabada que se pone cada vez que estás instruido para reírte por si acaso no te hayas enterado. Una ocurrencia genial – sobre todo para aquellas personas que se ríen bien poco y necesitan un poco de formación en el sector.
Como homenaje a la coreografía americana de la cultura de la risa, he decidido incorporar la carcajada grabada en este blog. ¿De qué forma? Verás que cada chiste que os voy a contar más tarde irá acompañado de una foto de individuos que se están riendo del mismo. Así también verás cuando se ha hecho gracioso por si acaso.
Pero antes, volvemos un momento al día a día del pobre y desesperado estudiante de lenguas extranjeras que se pierde cada chiste o comentario gracioso. A este pobre desgraciado o desgraciada le aconsejo no perder la esperanza. Con la práctica – sobre todo en un contexto de la inmersión lingüística – entenderás cada vez más lo que posiblemente no valía ni la pena, incluso llegando a un nivel de entender el humor del país y la cultura que te rodea, y sea, incluso en los casos que te das cuenta que no te hace ni puñetera gracia incluso entendiéndolo.

En este blog os voy a dar algunos ejemplos del sentido de humor en diferentes partes del mundo. Para esto he recopilado chistes de diversos países. Puede que no sean un fiel retrato del sentido de humor de los países respectivos y posiblemente algunos tienen su propia versión como chiste español. Lo que es Toto en Francia es Jaimito en España.
También es posible que el humor sea algo más universal de lo que pensamos y que seamos capaces de reírnos de las mismas cosas – por lo menos a veces y si no todos, por lo menos algunos de nosotros. Ser universal es una meta muy alta (para no decir que entramos en dimensiones espaciales).
¡Adelante! ¡Intentaremos ser graciosos entonces!
Para empezar voy a poner el listón muy alto ya que empezamos con un país -merecidamente o inmerecidamente – famoso por su falta de humor: Alemania.
Precisamente Alemania se ha currado su reputación de extrema serenidad durante siglos. El humor en Alemania es a veces sofisticado. Empieza con constatar en un tono y una compostura de extrema seriedad que «los alemanes no tenemos humor» que te entra la risa solo por la forma de decirlo. Otras veces nuestro humor es tan tonto que ponemos en riesgo nuestra reputación de pueblo serio, lo cual nos ha costado muchos siglos de duro trabajo y empeño en conseguirlo. ¡Claro, tanta seriedad no cae del cielo!
UN CHISTE ALEMÁN

Entra un burro en un bar, se sienta en la barra y al cabo de un rato, hace un gesto al camarero para pedir algo.
Se acerca el camarero extrañado al ver al burro en su bar y le pregunta qué hace allí.
Contesta el burro: «He venido a pedir un Gin Tonic».
El camarero, más extrañado aún, le prepara el Gin Tonic. Siendo una persona reservada, decide no inquirir más.
El burro se lo toma tranquilamente y al rato, le pide la cuenta al camarero.
El camarero le dice: «Son 12 Euros».
Y contesta el burro: «¡Menudo robo; 12 euros por un Gin Tonic! Me está tomando por burro.»
De Alemania vamos a un país vecino: Los Países Bajos. Los holandeses tienen fama de gente pragmática, agarrada pero bastante sociable y familiar. El siguiente chiste es un reflejo de esto.
UN CHISTE HOLANDÉS

Va un hombre al cine. Se siente en una butaca. Poco después se sienta una mujer detrás de él.
Al pasar un rato, recién comenzada la película le ofrece la mujer unas avellanas. El hombre, sorprendido, coge las avellanas.
Al cabo de un rato, se vuelve a repetir la situación y el hombre, más extrañado aún, vuelve a comerse las avellanas.
Al terminar la película, le pregunta el hombre a la mujer por qué la había ofrecido las avellanas si ni siquiera se conocían.
La mujer le contesta: «Es que he comprado avellanas recubiertas de chocolate, pero a mí no me gustan las avellanas. Yo solo me como el chocolate de alrededor.»
UN CHISTE FILIPINO
De las Islas Filipinas he encontrado el siguiente chiste que nos da una lección del sentido colectivo y del afán de progreso personal del pueblo filipino.

Joel, Mark, Mary y Danilo hablan sobre lo que quieren ser en el futuro.
«Me gustaría ser abogado», dice Joel. «Así puedo defender a mis compatriotas.»
«Me gustaría estar en el congreso», dice Mark. «como presidente del país haría leyes para el beneficio de mis compatriotas».
«Yo quiero ser doctora», dice Mary. «Así curo a mis compatriotas».
«Y tú, Danilo, ¿qué quieres ser tú?» pregunta Joel.
Salta Danilo y dice: «Yo quiero ser compatriota.»
UN CHISTE CANADIENSE
El siguiente chiste canadiense nos habla de planes truncados que todos conocemos. No creo que sea específicamente canadiense, por encima retrata las limitaciones naturales del humano en cualquiera de las sociedades de bienestar económico.
Un hombre le comenta a su mejor amigo: «Mi mujer ya lleva tres semanas haciendo dieta».
Pregunta el amigo: «¿De verdad? ¿Cuánto ha perdido ya ?»
«Mañana son dos semanas.»

UN CHISTE CROATA
Este chiste también trata de los anhelos, en este caso de un niño (probablemente croata ya que el chiste viene de Croacia). En este caso todavía no es para darnos por vencidos, como por ejemplo en la lucha contra los kilos en el caso del chiste anterior. Sí , esta vez nos quedamos con la esperanza de conseguir el objetivo, gracias a la presencia policial, tu amigo y ayudante. Como tantas veces, el chiste se basa en un doble sentido de palabras.

Un policía se acerca a un niño que está llorando delante de un quiosco de prensa. «¿Qué te pasa?» le pregunta el policía.
«Aún no ha salido Superman», le explica el pequeño.
«¡No te preocupes!», le asegura el policía y se acerca con paso chulo al quiosco: «¡Oye, Superman! ¡Sal ya o te haremos daño!»
UN CHISTE FRANCÉS
Este chiste también nace del entorno de los sueños y las aspiraciones de los niños. Es un chiste francés. Francia es – igual que España – un país con una rica tradición de chistes de niños con papel de protagonista.

«Escucha», le dice la madre a su hija. «Si te portas bien, irás al cielo pero si te portas muy mal, entonces irás al infierno».
La niña se queda pensativa y al rato pregunta a la madre: » ¡Mama!, ¿qué tengo que hacer si quiero ir al circo? «
UN CHISTE ESPAÑOL
¡Claro está! España no puede faltar en esta pequeña recopilación de chistes. ¡ Con el carácter alegre y chistoso de este país, faltaría más! Este chiste también está ambientado en el mundo de los niños.

Dos chicos en el aula.
Le pregunta el uno al otro: «¡Oye, Pepe! ¿Horchata se escribe con h?»
«¡Pues, claro, hombre! Si no, sería orcata».
Como vemos, todos estos chistes están ambientados en las situaciones del día a día – como pueden ser los encuentros habituales con burros en un bar o Superman saliendo en la última edición u ojalá en persona del quiosco en la esquina. ¡Quién no ha visto cosas peores el día de Halloween!
Hemos visto que muy a menudo nos encontramos en situaciones de dar o pedir consejos. Una gama especial de este chiste son los chistes de médicos. El siguiente viene de Hungría.
UN CHISTE HUNGARO

El médico le pregunta a su paciente: «Y ha seguido mi consejo de dormir con la ventana abierta?»
«Sí», le contesta el paciente.
«¿Entonces ha desaparecido el asma?»
«No», contesta el paciente » pero, sí, han desaparecido mi reloj de oro, la tele, mi equipo de música y mi portátil.»
Otro elemento clave de los chistes es la vuelta hacía lo inesperado, la sorpresa que es la clave del chiste. El siguiente chiste checo también es una buena muestra de este elemento. Esperemos que no sea lo que no espera viajando por el país. Preferiría lo que habría que suponer desde luego.
UN CHISTE CHECO

Un hombre llama por teléfono a un popular programa de radio y dice: «Acabo de encontrar una cartera con 10.000 euros. Tengo el nombre y la dirección de alguien llamado Jan Ziegler que vive en la calle Seifert número 3 en Praga»
«Querrá devolver la cartera, me imagino.»
«¡Que va! Querría dedicarle una canción en su programa musical.»
Con este chiste doy por terminada mi pequeña recopilación de chistes internacionales. Si he fallado con mis ironías, espero que por lo menos los chistes te hayan hecho gracia. Si no arrancan nuestros chistes y comentarios supuestamente graciosos, hay una solución fácil: Ponemos como banda sonora la carcajada grabada.

En alemán tenemos un proverbio:
Humor ist, wenn man trotzdem lacht.
Humor es, cuando te ríes a pesar (de no hacer gracia).